La famosa frase “No somos tan ricos como para comprar cosas baratas” se ha atribuido a varios personajes famosos, desde el dramaturgo Bernard Shaw hasta la diseñadora de moda francesa Madeleine Vionnet. Esta describe una falsa economía, ya que las cosas baratas fallan rápidamente y necesitan ser reemplazadas. Pero incluso esa táctica no siempre funciona, por lo que se produce una situación muy desagradable: compras ropa cara y algún detalle insignificante en ella destruye todo el glamur. El resultado: el dinero se va por el desagüe y no tienes un aspecto presentable.
1. Cinturones elásticos
Los cinturones alrededor de la cintura pueden resultar elegantes si son finos, de cuero y minimalistas. La elección de este accesorio conlleva una serie de reglas tácitas, y para la mayoría de los looks, ya sea un vestido, unos jeans o una chaqueta, basta con una versión de 1 a 5 cm. Pero un cinturón elástico ancho es todo lo contrario a lo que se puede llamar un accesorio caro. No solo tiene un aspecto barato, sino que además es completamente impráctico: después de algún tiempo puede estirarse y lucir descuidado. Los amantes de la moda recuerdan que los cinturones anchos eran muy populares en 2006, pero afortunadamente se han ido abandonando en la última década.